No hay duda que el digitalismo, la inteligencia artificial, la globalización y la internet han influido enormemente en los procesos educativos y formativos en todo el mundo. La universidad no escapa a esas transformaciones, pero tal vez no se haya logrado una regularización de estos cambios, y en América Latina eso es muy notorio. En un texto del año 2015, titulado La globalización de la sociedad del conocimiento y la transformación universitaria, la profesora Maritza Rengifo-Millán, de la Universidad del Valle en Colombia, reflexiona sobre la realidad de las universidades latinoamericanas en este contexto.
En primer término, señala Maritza Rengifo-Millán, hay que estudiar cómo se han ido presentando las realidades en las universidades en las últimas décadas. La universidad tradicional incorpora la noción de responsabilidad dentro de su contexto y ha de entenderse como el vehículo efectivo para trasmitir los valores y conocimiento en la gente joven, siendo necesario repensar el fundamento de la universidad en la era contemporánea con el propósito de renovarla. Las principales características del perfil de la universidad en transformación incluyen la vinculación con el entorno productivo, la diversificación de fuentes de financiamiento, los procesos de reforma académica y desarrollo de la investigación y los nuevos sistemas de información y canales de comunicación. Se requiere agregar sistemas gerenciales en las universidades para mejorar la gestión de los procesos de acreditación, evaluación y reforma institucional.
Otro elemento clave es entender la pertinencia de la universidad en la sociedad contemporánea. Se evidencia en el vínculo existente entre los propósitos y los perfiles establecidos en los programas académicos, los productos derivados de la investigación y las necesidades del medio social y económico. Dice la autora: "La pertinencia se constituye en un elemento clave, dada la necesidad de adecuar las universidades a las demandas de la sociedad contemporánea y a los cambios a nivel global; también de redimensionar sus compromisos y actuaciones con el desarrollo de sus entornos".
Importante en el escenario actual es la relación entre gobierno, administración y gestión universitaria. "El escenario emergente impone una transformación en su forma de organización tradicional, sobre todo en la estrategia de gobierno y en las relaciones de poder, en la manera de atender y escuchar a quienes reciben los servicios, en las estructuras y procesos, en las competencias y habilidades del personal, en la cuantía y criterios de asignación de los recursos financieros y tecnológicos", afirma Maritza Rengifo-Millán. En Estados Unidos la tendencia es a la designación de las autoridades, pero es sabido el peso que tiene la elección democrática de los dirigentes académicos en América Latina y Europa, donde el rector y los decanos son responsables ante la comunidad universitaria que los elige, contra el riesgo de que si los nombraran los gobiernos o los representantes de la sociedad, podrían no contar con el respaldo de la comunidad académica. Esto de alguna manera influye en la transformación universitaria, en especial en latinoamérica, porque hace los procesos más lentos.
A este factor de gestión, se deben añadir otros temas claves para la transformación universitaria, como la revisión de la calidad académica, la evaluación y la acreditación; el presupuesto y financiamiento universitario; la adecuación en tecnología, currículo e innovación; la internacionalización y la investigación; y la garantía de acceso y expansión de la matrícula. Todo esto en el marco de la actual globalización y expansión de las TIC, tecnologías de la información y la comunicación.
Para ver y evaluar cómo es el desarrollo de esas transformaciones en los distintos escenarios, hay que revisar lo que sucede en los países llamados desarrollados, en comparación con lo que pasa en latinoamérica. Eso lo veremos, siguiendo el desarrollo del artículo de la profesora Maritza Rengifo-Millán, en la siguiente publicación.
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